Mi Cuarto Viaje al Corazón del Sudeste Asiático (¡Y Por Qué Sigo Volviendo!)

Soy de esas personas que, una vez que encuentra un lugar especial, vuelve.

No lo puedo evitar… una vez conocí a una viajera en Ubud (Bali) con muchos kilómetros en la mochila, y con esas arrugas surcando la cara que indican que ha vivido bajo mil soles y vientos de diferentes latitudes… y ésta me dijo “Uno siempre vuelve a los lugares en los que amó la vida”… y a mí me pasa eso, que VUELVO.

Quizás por eso mis pasos viajeros me llevan una y otra vez a Asia, y al Sudeste Asiático varias veces, y si bien he recorrido Tailandia y Vietnam varias veces, hay un país que me llama con una fuerza irresistible: Camboya. Uno de los destinos más auténticos del Sudeste Asiático, con permiso de la discreta Laos.

Acabo de regresar de mi cuarta inmersión en este país fascinante. Y sí, la pregunta es obligada: ¿Por qué Camboya y no repetir otros «megadestinos» tan fascinantes como turísticos?

Aquí te cuento mi historia y lo que este increíble lugar tiene para ofrecer frente a sus vecinos más famosos.

Una Historia de Reencuentros: Mis Viajes a Camboya

Mi relación con el Sudeste Asiático comenzó hace años, y cada viaje ha sido una forma diferente de explorarlo:

• Mi primer viaje fue en 2011: al modo ¡La Mochilera Clásica! Siguiendo la ruta del “gap year”, fueron 3 meses fascinantes, llenos de experiencias, emociones… que hicieron que me enamorara de la cultura, la comida y por supuesto ¡la gente!.
• 2012: Menos de un año después estaba volviendo con mi hermana… y ya con la mente puesta en organizar viajes a este pequeño y apasionante destino, fui a descubrir pequeños hoteles boutique, receptivos locales, experiencias diferentes, y a fe que lo hicimos 🙂
• 2013: La Aventura en Moto me llevó de vuelta, sobre las 2 ruedas pude ampliar mi conocimiento de la región, y revivir… la aventura entre sonrisas.
  
• 2025: Y después de 12 años, por fin he podido regresar, de la mano de mi receptivo local, deseando redescubrir el destino y conocer las novedades, ¿cómo ha evolucionado Camboya en la última década? Me preocupaba, pero lejos de estar siendo arruinada por un turismo de masas… Camboya sigue siendo un destino muy poco visitado, el 80% del turismo del país se concentra en Angkor, lo que hace las delicias del los viajeros que buscan algo diferente, la esencia del sudeste asiático sin globalizaciones ni masificaciones.
  • Unos datos técnicos… mientras que Tailandia, un destino ya maduro, suma cada año unos 33 millones y Vietnam, un gigante del turismo en crecimiento, más de 20 millones; Camboya, maneja cifras menores alrededor de 5 millones de visitantes al año.

✨ Pero… ¿Por Qué Camboya?

Mientras que Tailandia o Vietnam ofrecen infraestructuras turísticas masivas y fiestas vibrantes, Camboya ofrece algo mucho más profundo… una experiencia más auténtica y humana. Camboya no te apura, sino que te ofrece un ambiente sereno que propicia la reflexión.

La gente es excepcionalmente acogedora, y además muy abierta a compartir su cultura milenaria, pero también su dramática historia reciente, esa que les ha hecho tan resilentes y amantes de la vida, una lección de vida que te inspira a abrazar cada momento. Y Camboya es el destino ideal para hacerlo

🌟 Lo Que Ofrece Camboya: Angkor Wat y mucho más

Pasemos a ver un recorrido que nos hará enamorarnos de Camboya, viviendo un contraste constante entre lo histórico, lo rural y lo moderno. Aquí están los lugares que considero esenciales:

1. El Corazón Histórico: Siem Reap y Angkor. Angkor, sí, por supuesto no hay un lugar comparable a Angkor en todo el sudeste asiático, y a pesar de ser el lugar más visitado del país sigue ofreciendo una experiencia mística e imponente, la energía del lugar es inigualable.

• • Templos de Angkor: Más allá del famoso Angkor Wat, la inmensidad del complejo te permite perderte en templos cubiertos por raíces (Ta Prohm) y caras gigantes (Bayón).
  • Tonle Sap y la vida flotante: El Lago Tonle Sap es un fenómeno natural único y fascinante, su tamaño está directamente relacionada con el Río Mekong y el ciclo monzónico del Sudeste Asiático, por el que puede llegar a multiplicar x 5 veces su tamaño en temporada de lluvias. Y allí se encuentran los pueblos flotantes, donde cómo comunidades enteras viven y se mueven al ritmo del agua, viendo en rascacielos de madera y bambú en temporada seca, y en casas concertidas en barcazas en temporada de lluvias.
    
  • Siem Reap. Crecida al albor de los templos milenarios, esta ciudad no es solo la puerta de entrada a Angkor, es un microcosmos de la vida camboyana en perfecta fusión con el turismo. Y al caer la tarde, la ciudad se transforma, por ello nada como Recorrer Siem Reap en moto mientras las luces brotan y los mercadillos locales se instalan es la mejor forma de probar la auténtica comida camboyana de forma espontánea.

2. La Autenticidad Rural: Battambang. Esta ciudad es un respiro del bullicio de Siem Reap. Su encanto reside en su historia y su autenticidad:

• • El Tren de Bambú (conocido como Norry): Una experiencia icónica y rústica que te lleva a través de la campiña, y los arrozales.
    
  • Cueva de los Murciélagos: Un espectáculo natural inolvidable al atardecer, cuando cada noche miles y miles de murciélagos salen de la cueva formando una columna ininterrumpida para  cazar. Es una experiencia vibrante y que conecta con la naturaleza salvaje de Camboya.
  • La Vida de Campo: Battambang es el lugar perfecto para alojarse en pequeños hoteles rurales,  recorrer los arrozales en bicicleta, conociendo de cerca el pulso de la Camboya profunda.

3. La Capital Phnom Penh: Ciudad de Contrastes. Phnom Penh es una ciudad vibrante que te enfrenta directamente a la historia y al futuro del país:

• • Pura Historia: Es imposible visitar la capital sin enfrentarse a los horrores del régimen Jemer Rojo, visitando los centros de tortura como S-21 (Tuol Sleng) y los Campos de la Muerte. Es un viaje emotivo y necesario para entender la resiliencia y la realidad actual del país.
  • Magia Urbana: La serenidad del Palacio Real y los hoteles boutique en antiguas casas coloniales contrastan la febril actividad en el paseo fluvial cada atardecer, donde la vida local bulle; y por supuesto con los nuevos rascacielos que han redecorado la capital.
    

4. El Paraíso del Sur: La Costa y las Islas. Ideal para cerrar el viaje con paz a orillas del Mar de China Meridional, en el golfo de Tailandia, sí el mismo que el de las más famosas: Koh Samui de Tailandia, o Phu Quoc de Vietnam.

• • Pimienta y Arrozales: El Sur es el hogar de las plantaciones de la exclusiva pimienta de Kampot, una de las más cotizadas y apreciadas del mundo. La vida allí es tranquila, entre arrozales y plantaciones.
  • Kep Sur Mer, es una encantadora y tranquila ciudad costera en el sur de Camboya, nació a principios del siglo XX como un exclusivo balneario de lujo para burócratas coloniales y para la élite jemer, de modo que se ganó el nombre de la «Riviera de Camboya». hoy es famosa por su ambiente relajado, el mercado de cangrejos, sus hermosas playas, y las ruinas decadentes de villas coloniales francesas.
  • Islas vírgenes: Finalmente el mar, allá donde surgen dos destacadas islas Koh Rong y Koh Rong Sanloem, incomparables con las islas de la vecina Tailandia. No por mejores, sino por aún sus playas mantienen un estado casi virgen, la vida es rural y los pocos hoteles de calidad que hay ofrecen verdadera paz además de arena blanca y un mar espectacular.
    

🍲 Los Sabores Olvidados: La Gastronomía Jemer

Puede que la cocina tailandesa y vietnamita sean mundialmente conocidas, y que por ello la gastronomía camboyana o Jemer haya quedado eclipsada ¡Y es una lástima! Porque ofrece una paleta de sabores frescos, sutiles y sorprendentemente equilibrados que merecen ser descubiertos, y no tiene nada que envidiar a las cocinas de los vecinos.

Entre sus platos… mis favoritos son:

• Amok: un curry de pescado cremoso, cocinado al vapor en hojas de plátano.
• Kdam Chaa: Cangrejo frito con la famosa y afrutada pimienta de Kampot.
• Lok Lak: Una simple carne de ternera salteada, sí pero no, lo que realmente distingue este plato es su salsa: una mezcla de jugo de lima, sal y, por supuesto, la pimienta fresca molida de Kampot.
  

En definitiva… Camboya es un destino que no solo se visita, sino que se siente, se saborea, se vive. Un lugar que enseña sobre la resiliencia humana y regala sonrisas inolvidables. Por eso volví, y por eso, sé que no será mi último viaje.

💬 ¿Y tú?

¿Has estado en Camboya? ¿O te has decidido por Vietnam o Tailandia? ¡Me encantaría leer tus experiencias y saber qué destino del Sudeste Asiático se ha robado te corazón!

Pero si prefieres viajar  a Camboya y descubrirlo por ti mismo ¿Hablamos?

Almudena Teulón