Francia

 Recorrido aproximado de 150 a 200 km.

Hoy empezaremos el día con la ineludible visita al magnífico Castillo de los Duques de Bretaña, la antigua fortaleza medieval hoy es el corazón de la ciudad, y pertenece al conjunto de castillos históricos del Valle del Loira.

Después nos despediremos de Nantes, para dirigirnos a la bella costa de la región de Bretaña, un litoral agreste que juega con las mareas, y se ve salpicado de pueblos medievales encantadores.

Empezaremos con la visita a Vannes, a hora y media de Nantes, nos encontramos con una población milenaria y su casco antiguo amurallado presidido por el Castillo Gallard y la Catedral de San Pedro del siglo XIII, pasearemos el interior de sus murallas, entre callejuelas estrechas y palacetes, y las típicas casas con entramados de madera.

 Desde Vannes nos dirigimos al sur, al cercano golfo de Morbihan, que en bretón significa “mar pequeño”, con hermosos y cambiantes paisajes según las mareas.

Continuaremos hacia el Este de Vannes, al encantador pueblo de Rochefort-en-Terre, un pueblo galo sobre una colina rocosa nos llevará en un viaje en el tiempo entre sus murallas y  casas centenarias, entre la tradicional arquitectura bretona encontraremos joyas góticas, palacios renacentistas y edificios del siglo XIX.

 Nos alojaremos una noche en un mágico castillo, una casa rural o un bed & breakfast según nuestra preferencia.

 Recorrido aproximado de 185 km.

Hoy  iniciamos la ruta hacia la costa este bretona, haciendo la primera parada en Carnac, otra de las joyas de la ruta, con su bello centro histórico y su animado mercado de cada mañana, cuenta con una hermosa playa de arena fina que termina entre pinos.

Lo más destacado de Carnac son los yacimientos megalíticos, los Menhires, que se remontan incluso antes que las Pirámides de Egipto y el Círculo de Piedra de Stonehengen.

Continuaremos con la visita al fotogénico Pont-Aven, uno de los pueblos más bellos de Francia, al abrigo del estuario del río Aven, debe su notoriedad a grande pintores como Paul Gauguin y Paul Sérusier, que se inspiraron por la luminosidad de este puerto encantador. Hay una ruta muy especial Ruta «On Gauguin» que sigue los lugares pintados por el maestro Gauguin.

  Tras media hora más por carretera entre pintorescos paisajes rurales, llegamos hasta Concarneau, un pueblo medieval amurallado construido sobre un islote rocoso entre hermosas bahías y playas. Recomendamos pasear con calma el casco histórico de casas de piedra, y disfrutar sus restaurantes con encanto.

Seguiremos el camino hacia el interior. Quimper, en la unión de los ríos Steir y Odet, fue capital de la Cornoaille romana, y conserva todo su encanto medieval con la célebre catedral de Saint-Corentin, alrededor de la cual se instalaron los gremios burgueses que dieron auge a la ciudad, en la que se sucedieron la construcción de hermosos palacetes.

Pasaremos el resto de la tarde descubriendo los encantadores rincones de Quimper. Si tenemos tiempo podemos acercarnos a Locronan, un pequeño pueblo con mucho carácter que está en la lista de los “pueblos más bellos de Francia” y uno de los mejores ejemplos de los denominados “Pueblos de Granito” bretones. Muy cerca podremos ver los acantilados de Punta del Raz, de 72 m de altura con vistas magníficas sobre el océano.

 Alojamiento en hotel con encanto en Quimper.

 Recorrido aproximado de 185 a 200 km.

Dejamos atrás Quimper y seguimos explorando paisajes mágicos como los del Parque Natural Regional de Armórica. Probablemene nos suene el nombre de Armorica, que proviene del galo y significa ‘país frente al mar’, y en efecto frente al mar se hizo famoso un irreductible pueblo galo por sus guerreros como Asterix y Obelix, se supone que el pueblo creado por Goscinny y Uderzo estaba ubicado en Armorica.

Merece la pena visitar en el parque la península de Crozon, antes de seguir la ruta  hasta Lampaul-Guimiliau, una pequeña población en la que destaca la iglesia de Notre-Dame construida del  siglo XVI, y a continuación llegaremos a la ciudad medieval de Morlaix. al fondo de un estuario.

 Morlaix tiene una atmósfera mágica y un viaducto de 58 m de altura, recomendamos dedicar tiempo a pasear relajadamente sus  callejones, escaleras, plazas y callejuelas flanquedas por casas antiguas con los famosos voladizos y entramados de madera. Atención al callejón de Prêtres que se comunica con la primera planta del viaducto, desde allí obtendremos unas vistas impresionantes sobre la ciudad vieja, el puerto y los variados campanarios. Sin duda es un buen lugar para disfrutar de un almuerzo bretón.

Nuestra ruta continua entre hermosos paisajes hasta la costa de “Granito Rosa”, con insólitas playas y formaciones geológicas, donde destacan los Peñascos de Ploumanac’h.

 Nos alojaremos una noche en alguno de los encantadores hoteles de la costa rocosa.

 Recorrido aproximado de 100km.

Continuamos nuestra ruta por la costa hacia el Oeste de la Región. Camino de Paimpol, recomendamos hacer parada en Tréguier, surcada por los ríos Jaudy y Guindy, y con encantadoras callejuelas y plazoletas que enlazan el puerto con la cima de la colina, en Tréguier destaca la elegante aguja de la catedral sobre las casas medievales de madera, y el magnífico castillo de la Roche Jagu.

 Llegaremos a Paimpol, ciudad conocida por la pesca del bacalao en en los mares de Terranova e Islandia, la epopeya ha marcado la historia del lugar. Hoy son la ostricultura y el turismo las principales actividades de Paimpol. Hay que pasear los muelles, reconvertidos en una bonita zona de restaurantes, el momento perfecto para probar las ostras, tras la visita del casco antiguo y sus casas de armadores.

Por la tarde llegaremos a la encantadora localidad de Saint-Brieuc, en la recoleta bahía de Saint-Brieuc, pasaremos por el puerto de Légué hasta la ciudad histórica, entre los hermosos acantilados, calas,  dunas y páramos, sin duda un bellísimo enclave natural.

La pequeña población esconde viviendas de piedra que compiten en encanto con las  casas tradicionales de entramados de madera. El Hotel du Ribault presume de se la casa más antigua de la ciudad y el frontón que da a la calle se inclina sobre los adoquines desde el siglo XV. Para encontrar las grandes viviendas de los armadores, hay que dirigirse al puerto de Légué, la “puerta de entrada” de la bahía.

La ciudad cuenta con muchos restaurantes especializados en pescado, creperías y tiendas gastronómicas deliciosas, disfrutaremos de una deliciosa velada.

 Haremos noche en un encantador alojamiento en los alrededores de Saint Brieuc.

 Recorrido aproximado de 125 km

Hoy continuamos la ruta bordeando la costa, para descubrir el cabo Fréhal, con sus acantilados de más de 70 m de altura sobre el bravo mar del norte, desde donde observaremos una de las vistas más impresionantes de Bretaña.

Seguimos hasta Dinan, un precioso enclave medieval con un importante patrimonio histórico y artístico. En la rue du Jezual podremos comprar productos típicos y saborear deliciosas propuestas gastronómicas y excelentes vinos locales.

Avanzamos después unos 35 minutos más de viaje hasta la joya bretona, Saint-Malo, famosa por haber sido puerto de paso de famosos piratas e intrépidos aventureros. Hoy esta bella ciudad amurallada, repleta de tiendas centenarias y mansiones con estilo, mantiene el elegante puerto y hermosas playas donde disfrutar de unos hermosos atardeceres.

Intramuros nos espera uno de los cascos históricos más interesantes de la Bretaña francesa, y donde podremos disfrutar de deliciosos platos de pescados y mariscos con vistas al mar.

Alojamiento céntrico en Saint-Malo.

 Recorrido aproximado de 185 km.

A primera hora, nos despedimos de Saint-Malo para descubrir al fin uno de los lugares más especiales de la Ruta por Bretaña, el mágico Mont Saint Michel.

Pero antes, para los amantes de las ostras y el ambiente marinero recomendamos hacer un pequeño desvío hacia a Cancale, a unos 16 km, para probar en el puerto las ostras acompañadas por un refrescante vaso de sidra.

 Llegamos a Mont Saint Michel, Patrimonio de la Humanidad y uno de los lugares más bellos de Francia.  Esta Abadía del siglo XI se levanta sobre una mágica isla mareal que se une a la costa por una carretera. Dejaremos el coche en uno de los aparcamientos habilitados y, desde allí, hay que ir caminando o tomar el autobús lanzadera gratuito hasta la isla.

Por la tarde es momento de despedirnos de la Bretaña, hoy nos adentraremos en la región de Normandia, y su rico legado histórico, que va desde el pasado vikingo, pasando por la coronación de Guillermo el Conquistador en 1066 en Inglaterra, hasta el Desembarco en sus playas en junio de 1944.

Empezando nuestra exploración por la bonita población medieval de Bayeaux, donde destaca la Catedral de Notre-Dame del siglo XI con su estilo románico normando, aunque se le fueron incorporando elementos góticos, está considerada como una joya de la arquitectura normanda. Bayeaux es un buen sitio para nuestra primera noche en Normandía, pues estamos ya muy cerca de los principales escenarios del Desembarco, además aquí encontraremos el Museo de la Batalla de Normandía, perfecta introducción para los siguientes días de nuestra aventura normanda.

 Alojamiento  de una noche en Bayeaux.

 Recorrido aproximado de 75 km.

Nuestro itinerario tras las huellas del Desembarco de Normandía empezará en la ciudad de Caen, con la visita del Memorial de Caen que conmemora la Segunda Guerra Mudial y la Batalla de Caen. Además de hacer un repaso por los orígenes del conflicto, el lugar es un Museo de la Paz, con una galería dedicada al Premio Nobel de la Paz, además incluye 3 jardines conmemorativos: El americano, El británico y el canadiense, por los 3 países  aliados implicadas en la liberación de Francia.

La siguiente etapa nos llevará a  Ranville,  donde encontraremos el Memorial dedicado a Pegaso, que relata  la llegada a suelo normando de los primeros libertadores de la 6ª división aerotransportada británica en la noche del 5 al 6 de junio de 1944.

Después de esta visita continuaremos hasta la costa Courseulles-sur-Mer, una pequeña población a orillas del Mar del Canal. Poblado desde la época galo-romana, sin embargo no saltó a la historia hasta la Segunda Guerra Mundial y el Día D, cuando en la mañana del 6 de junio de 1944, las playas de la ciudad formaban parte del área de la playa de Juno, asignada a las tropas canadienses., y que fue el primer puerto liberado en Normandía.

Hoy es un  encantador y relajante lugar con preciosas playas y un bonito patrimonio arquitectónico e histórico.

 Nos alojaremos una noche con vistas al mar.

 Recorrido aproximado de 85 km.

Hoy seguiremos profundizando en la historia del Desembarco visitando el Centro de Juno Beach, nombre en clave que recibió uno de los tramos de costa francesa durante el desembarco de Normandía, y el lugar que rinde homenaje a los 45.000 canadienses que perdieron su vida durante la Segunda Guerra Mundial.

Después continuaremos por la Costa hacia el Oeste y Colleville-sur-Mer , donde se encuentra  el cementerio militar estadounidense y no podemos dejar de visitar Punta du Hoc, entre las playas con nombre en clave Omaha Beach y Utah Beach. Era el punto estratégico del Muro del Atlántico, donde todavía son las huellas de aquella batalla.

Por la tarde podemos parar en Utah Beach con su Museo del Desembarco, construido en el lugar exacto en el que desembarcaron las tropas estadounidenses, cuenta en 10 secuencias todo lo que sucedió aquel día. Y acabaremos el día en la mítica Saint Mere Eglise,

La población que fue teatro de una de las más grande hazañas de aquella histórica madrugada de junio de 1944 cuando sobre la ciudad empezaron a «llover» paracaidistas, el recuerdo de aquella noche sigue presente en su famosa iglesia, de cuyo campanario el soldado John Steele quedó colgado, cuando por error dos grupos de paracaidistas cayeron en medio de la ciudad, los alemanes los fueron disparando incluso antes de llegar al suelo, este soldado fue uno de los pocos que sobrevivió,  y acabó convirtiéndose en ciudadano de honor de la ciudad, hay una taberna con su nombre junto a la plaza, que  mantiene su memoria a través de fotos, cartas y artículos en sus paredes. Recomendamos visitar el Museo Airborne, con el relato de las vivencias en primera persona de los héroes de las tropas paracaidistas americanas.

  Haremos noche en esta histórica población.

 Recorrido aproximado de 285 a 300 km.

En Saint Mere Eglise termina nuestro recorrido histórico tras los pasos del día D. Seguiremos la ruta descubriendo otras joyas naturales y culturales de Normandia.

 Saldremos de regreso hacia el Este, hacia los acantilados de Étretat, una maravilla de la naturaleza que inspiró a famosos artistas, pasearemos por el pueblo hasta  la orilla del mar recorriendo parte de los acantilados disfrutando de las vistas.

Continuaremos hasta la mágica ciudad de Rouen, en el interior de la Alta Normandía. Roeun es la histórica ciudad donde juzgaron, y donde murió Juana de Arco en la hoguera en 1431, en la plaza del Vieux Marché.  Destaca su impresionante Catedral. Y aunque la ciudad fue bombardeada durante la II Guerra Mundial, hoy el centro histórico conserva todo su aspecto pintoresco medieval,  con sus hermosas casas de entramados de madera, sus estrechas callejuelas y sus iglesias góticas. Roeun es conocida como la Ciudad de los 100 Campanarios.

  Haremos noche en el corazón de Rouen para poder disfrutar de una encantadora velada en la ciudad.

 Recorrido aproximado de 285 a 300 km.

Hoy nos despedimos de Normandía para dirigirnos a París, pero en el camino podemos hacer una preciosa parada en el pueblo de Giverny, donde podremos  visitar la casa y los jardines de Claude Monet, este pequeño pueblo y sus preciosos paisajes que enamoraron a Monet parecen no haber cambiado nada desde entonces.

Campos, prados y al fondo el río Sena. Por su parte el pueblo, situado sobre una colina, consiste prácticamente en una calle larga, la rue Claude Monet, al final de la cual se encuentra la Casa Museo de Monet, y los dos jardines de Monet: Le Clos Normand, un jardín de flores delante de la casa; y un jardín de agua de inspiración japonesa del otro lado de la carretera.

Después continuaremos al aeropuerto de París para devolver el vehículo de alquiler y tomar el vuelo de regreso a casa.

O bien podemos extender nuestro viaje con unos días para disfrutar la siempre bella París.