Hoy dedicaremos nuestro segundo día en Estambul a explorar los tesoros otomanos y bizantinos de la ciudad.

Estambul es una ciudad de contrastes armoniosos. Lo antiguo se encuentra con lo nuevo, el Este se encuentra con el Oeste,  en una ruta histórica que va desde Roma a Turquía.

Nuestra visita en privado comienza con los restos del Imperio Romano, el Hipódromo que fue la pieza central de la Constantinopla bizantina; está dominado por dos maravillas del mundo. A un lado se destacan los minaretes de la Mezquita Azul, marcadores icónicos del paisaje urbano; al otro se encuentra Hagia Sophia, la catedral más grande del mundo durante muchos siglos hasta que se transformó notablemente en una mezquita, ahora es un museo, un ejemplo vivo de armonía religiosa, Los frescos cristianos contemplan la caligrafía árabe, las velas parpadean sobre las odas a Alá y una docena de habitaciones te llevan en viajes al siglo VI.

A la entrada de la Mezquita Azul nos descalzaremos, sintiendo bajo nuestros pies una lujosa alfombra roja, admiraremos los 21,000 azulejos azules que dejan una neblina colorida en la sala principal. A pesar del interior ornamentado y los enormes techos abovedados, aquí reina un sublime silencio.

Continuaremos con la visita al Palacio de Topkapi, descubriendo las habitaciones llenas de opulencia y exceso. Abundan las deslumbrantes exhibiciones de porcelana y plata, al igual que las obras de arte tomadas de imperios de todo el mundo.

La siguiente visita será al Gran Bazar, el antiguo lugar de comercio de Oriente y Occidente, un laberinto de estrechos pasillos, puestos de cuero, alfombras, plata, artesanías y antigüedades. Las llamadas de los comerciantes se mezclan con el olor de las especias, trasladándonos a un viaje en el tiempo.

Disfrutaremos la noche libre para saborear Estambul, recomendamos disfrutar la velada con una cena romántica en uno de los restaurantes de moda.

 A la hora indicada seremos trasladados al aeropuerto para tomar un vuelo local a Bodrum, en la costa del Egeo.

 A la llegada seremos trasladados a nuestro crucero privado de lujo para empezar la navegación.

Pero antes visitaremos el castillo de Bodrum, encaramado sobre el mar y dejado en un fascinante estado de semidesintegración.

El Museo de Arqueología Subacuática revela los tesoros encontrados bajo las olas, y luego la réplica del Mausoleo de Halicarnaso vislumbra un pasado glorioso. Si bien se ha hablado mucho de las Siete Maravillas del Mundo recientemente votadas, las Siete Maravillas antiguas originales se han olvidado un poco. El mausoleo de Halicarnaso fue uno de ellos.

 Pasaremos 7 noches a bordo del crucero, hoy amarrados en el puerto de Bodrum.

 Con el sol reflejándose en las aguas azules hoy empezaremos a navegar el mar Egeo, atravesando hermosas bahías y playas.

Recorrer las costas por el agua significa alejarse de las multitudes de turistas, las velas permiten acceder a lugares que aún no están conectados por carretera. Nos detendremos en la bahía de Kisebuk para nadar y continúe hasta la bahía de Cokertme, rodeada de acantilados verdes boscosos y salpicada de olivares.

Es probable que haya un par de otros yates en el puerto, pero en su mayor parte, la parada nocturna en Cokertme es tan tranquila y serena como parece.

 Hoy disfrutaremos de otro día de crucero, con el desayuno servido en la cubierta y la brújula apuntando hacia Akbuk. 

Una amplia cubierta abierta ofrece un lugar idílico para ver la costa de Turquía mientras navegamos.

Haremos una parada para almorzar en Akbuk y luego pasaremos la tarde navegando hasta el lugar de nacimiento del Imperio Otomano, Sogut. Parece que el tiempo se ha detenido en este pueblo costero, las mujeres locales vestidas al estilo tradicional y los edificios derruidos imbuyen un encanto maravilloso.

Disfrutaremos de la tarde en el pueblo y pasaraemos la noche a bordo.

La costa de Turquía acumula ruinas de imperios esparcidos bajo el mar y a lo largo de los acantilados, una fusión de la historia con la anturaleza de sus hermosas playas.

Navegaremos hacia la isla Cleopatra (Sider), una extensión sublime de aguas cristalinas y arena fina. Cuenta la leyenda que este fue un lugar de encuentro la pareja de enamorados: Cleopatra y Marco Antonio, un refugio secreto para un asunto histórico. Pasearemos por la playa que parece única en Europa, una playa protegida  a la que ni siquiera se permite llevar toallas.

Alrededor de la isla de Cleopatra hay numerosas bahías e islas que podremos exploraren nuestro barco, y donde darnos refrescantes baños privados. El itinerario es flexible y lo dicta el viajero. Si bien cada día tiene una ruta general establecida, el patrón puede elegir entre diferentes lugares para detenerse durante el día y el viajero elege cuándo partir y continuar.

Desde Cleopatra navegaremos hasta English Harbour, y aunque el nombre del lugar no es tan evocador, todavía hay una deliciosa elegancia y tranquilidad en el lugar donde se echa el ancla por la noche.

 Un día más de crucero disfrutando del mar Egeo, lleno de imágenes de ensueño del sur de Europa, bordeado por pueblos costeros tradicionales, pinares, bahías desiertas.

El yate nos alejará de los populares centros turísticos y nos llevará a aguas tranquilas, como las bahías de Ballisu y Longoz, ideales para disfrutar de un agradable día de baño en el Egeo.

Continuaremos hacia Balikasiran, otro lugar tranquilo y pacífico para pasar la noche.

 Hoy nos dirigiremos a la isla de Orak, con su larga costa llena de bahías para echar el ancla y dedicarnos al buceo, mientras que en el lindo pueblo portuario encontraremos cafés con encanto y calles muy animadas para pasear.

Con tanta arena, siempre hay un lugar desolado para detenerse y disfrutar de un baño de sol privado.

Orak está a unos 90 minutos de Bodrum, por lo que este último día de crucero es relajado.

Podremos pasar una mañana tranquila dando la vuelta a la isla de Orak, nadando en las bahías y buceando junto a las rocas.

Después regresaremos a Bodrum a través de Karaada, la «Isla Negra» que en realidad es verde, amarilla y azul, donde podremos disfrutar de los manantiales minerales curativos de Karaadao. Las cuevas de barro son ideales para una tarde de diversión, mientras que siempre existe la posibilidad de recostarse en la playa al sol.

Finalmente atracaremos en Bodrum para pasar la última noche a bordo.

Hoy después del desayuno  nos despediremos del yate privado para regresar en vuelo a Estambul.

A la llegada disfrutaremos del resto del día libre para pasear Estambul a nuestro propio ritmo. El sistema de tranvías nos permite recorrer fácilmente la ciudad, y la principal zona turística de Sultanahmet es cómoda de explorar a pie. Los restaurantes y cafés adornan los tejados con vistas al río, los mercados y bazares son un deleite, y los callejones adoquinados están llenos de intriga. Lo más evidente es la armoniosa mezcla de estilos; se puede encontrar un mosaico de arquitectura, pero todo parece encajar perfectamente en el rompecabezas.

 Alojamiento de dos noches en nuestro hotel Boutique.

Al amanecer de nuestro último día en Turquía, todavía quedan cientos de lugares por explorar.

Realizaremos una visita guiada comenzando en el mercado de las especias, o mercado egipcio, donde nos esperan puestos coloridos por el montones de azafrán, jengibre, pimientas… fusión de aromas y sabores nuevos, un mercado para experimentar y tentar los sentidos.

 Cerca de allí nos espera el Bósforo para tomar un corto crucero y navegar a lo largo de este famoso cuerpo de agua, dsifrutando las vistas del brillo arquitectónico que bordea el borde de Europa y Asia. Pasaremos debajo de los puentes, observando filas de pescadores con sus cañas al agua, para llevar el pescado fresco a los restaurantes albergados bajo el puente, donde se asan a la parrilla. Por supuesto tendremos que disfrute esta delicia típica de Estambul con unas hermosas vistas sobre el río.

Visitaremos el Palacio de Dolmabehce con unas 365 habitaciones llenas de opulencia, este fue el hogar de muchos sultanes otomanos desde el siglo XIX, cuando sustituyó al Palacio Topkapi, con muchas modernidades propias de las monarquías occidentales. Cada uno de los sultanes llenó el palacio con colecciones surrealistas de antigüedades y muebles europeos.

 Finalmente regresaremos al hotel, recomendamos disfrutar un baño turco en el hammam del hotel, antes de salir a disfrutar la última noche, o por qué no en un ambientado y romántico Meyhane, restaurante típico turco.

 A la hora indicada tomaremos el vuelo de regreso a casa.