Japón es uno de los destinos soñados por todo viajero… su lejanía, su aislamiento, su historia… evoca exotismo y alma viajera sale galopando 🙂

Hoy os traigo 7 razones, por las que vas a querer viajar muy prontito a Japón.

Su riqueza monumental y el gran número de lugares Patrimonio de la Humanidad

Japón cuenta con un total de 22 sitios que son Patrimonio Mundial por la Unesco, que Incluye 18 monumentos culturales o históricos y 4 paisajes naturales.

Los más conocidos y visitados con los complejos de templos de Kioto, Nara y Nikko en el centro del país; los castillos de brillantes colores en Okinawa símbolo de la cultura del Reino de Ryukyu; el santuario flotante sintoista de Itsukushima, en la prefectura de Hiroshima; y en contraste, en la misma Hiroshima, la estructura esquelética del Monumento de la Paz se erige como símbolo de paz, aunque también como duro recordatorio de un acto de atrocidad.

Pero también está el fascinante y original Castillo Himeji, en la prefectura de Hyogo; o los sorprendentes templos de Hiraizumi en Tohoku; o los empinados techos de paja de las aldeas históricas de Shirakawa-go y Gokayama; los sitios cristianos ocultos de Nagasaki, cuando tras la prohibición del cristianismo por shogunato Tokugawa, en el siglo XVII, la pequeña congregación cristiana se vio obligada a las prácticas clandestinas; y la Mina de plata de Iwami Ginzan que desde 1527 hasta 1923 fue una de las principales minas de plata del mundo.

Su riqueza natural y sus variados paisajes

La mayor parte de Japón está ocupada por una vasta extensión de colinas y montañas boscosas, el resto son valles y llanuras… hay mucha naturaleza para explorar: montañas, volcanes, ríos, cascadas, cuevas, humedales y por supuesto miles de kilómetros de playa y un litoral fascinante que se extienden unos 3000 kilómetros de norte a sur por  las cuatro islas principales son: Hokkaido, Honshu, Shikoku y Kyushu, y muchas más pequeñas.

Y dependiendo de la temporada en que viajemos veremos el paisaje natural cambiar ,desde los tonos rosados de los cerezos en flor en primavera hasta la exuberancia de verdes en verano, la hojarasca dorada y rojiza del otoño Y los picos nevados de las montañas en invierno.

Con el icónico Monte Fuji, al frente de los espectáculos de la naturaleza en Japón; el bosque de bambú de Arashiyama,  alberga más de 50 variedades de Bambú y la mejor época para visitarlo es en otoño cuando las hojas están en su plenitud; o los jardines de Ritsurin considerados los jardines más bonitos de Japón, se empezaron a construir en 1625, en pleno periodo Edo, en la isla de Shikoku;  los cinco lagos Fuji, que durante la primavera se cubre de musgo rosado conocido como shibazakura y parece un cuadro impresionista; Yakushima un bosque húmedo que alberga gran cantidad de onsen o aguas termales.

Y muchos más paisajes que descubrir y disfrutar, gracias al respeto de los japoneses por su entorno.

Su gastronomía única, puro «umami»

La comida es increíblemente importante en la cultura japonesa, y aunque inmediatamente asociamos Japón al sushi y la sopa miso, mundialmente conocidos, hay mucho más en la cocina nipona.

Desde Hokkaido , en el norte, hasta Kyushu y Okinawa, en el sur, hay una gran variedad de recetas y sabores que volverá locos a los amantes de la gastronomía:

El Sukiyaki o carne caliente de ternera y el Yakiniku, la barbacoa japonesa; las gyoza; las sopas de ramen, udon o soba; el estofado nabemono; los Los okonomiyaki o tortitas japonesas; el tamagoyaki o tortilla japonesa los deliciosos postres, por supuesto el té… y los sakes locales.

Ve preparado para enamorarte de un 5º sabor en tu paladar, tras el salado, el dulce el ácido y el amargo… el Umami es la quintaesencia de Japón, sencillamente significa “sabroso”.

¿Cómo disfrutar la gastronomía japonesa?

Por su cultura y sus tradiciones milenarias

Sí, ya sabemos que Japón también puede ser vanguardia de Innovación y modernidad, y ese contraste con sus amadas tradiciones, es una de las cosas que le hace un destino tan mágico. Japón es el lugar del nacimiento del karate, el sumo. El Karate, es un arte marcial tradicional cuyo origen, en el siglo XVII, está en las técnicas marciales nativas de las islas Ryukyu, (Okinawa) e influenciado por estilos de las artes marciales chinas como el kung-fu. Por otro lado el  arte marcial del Sumo se remonta al siglo I aC, y hoy este deporte sagrado tradicional es el deporte nacional.

Donde aún existen samurais y geishas. La historia dice que el último verdadero samurai murió en 1889, pero en el japón de hoy se tiene gran respeto por a figura de estos guerreros que se mantuvieron por 10 siglos, y que se han convertido en un reclamo turístico, y sí, el espíritu samurai sigue vive por ejemplo en los llamados distritos samurái, los cuales fueron creados para separar a los samuráis de las demás castas sociales durante el Período Edo, algunos de estos distritos mantiene su aspecto original, por lo que una visita permite conocer el modo de vida samurái.

Por otro lado la figura de la geisha si sigue existiendo en el japón actual como reputadas artistas tradicionales cuya labor consiste en entretener en fiestas, reuniones o banquetes, ya sean exclusivamente femeninos como masculinos, o mixtos. Su aprendizaje suele comenzar a los quince años, o incluso antes, y en ese periodo se las conoce como maiko. Hay que destacar que siglos atrás los geishas eran hombres, pero hacia el siglo XVIII empezaron a ser sustituidos por mujeres, y estas alcanzaron su periodo de esplendor en el siglo XIX, aunque en número reducido hoy siguen existiendo para amenizar eventos y reuniones, y no hay nada como el ritual del té por una geisha.

Se visten los kimono desde el siglo X, y fue la prenda de vestir habitual de los japoneses hasta después de la II Guerra Mundial. Y el yukata, una prenda más sencilla, tipo bata, es mucho más ligera que el kimono al no tener la capa que cubre normalmente a este y al ser de algodón y no de seda., empezaron a usarse en el periodo periodo Heian entre los siglos VIII y XII, hoy sigue siendo habitual su uso en los Roykan y Onsen, por su comodidad. ¿Cómo vivir las tradiciones japonesas?

Por los japoneses

Que son sencillamente encantadores.

Una de las características tradicionales más arraigadas del japonés es la ética y los valores, que hacen de ellos precisamente japoneses, y distintos a cualquier otra cultura que hayas conocido.

Los japoneses tienen valores tradicionales muy marcados, como el esfuerzo por la excelencia, la importancia del silencio, el autocontrol de los sentimientos y la autodisciplina, así como la capacidad de aceptar los sucesos inevitables y adaptarse a los cambios… Son valores necesarios que les han hecho resistir y avanzar como pueblo en su aislamiento y frente a los peligros acechados a lo largo de los siglos, a destacar:• Shoujiki – Honestidad • Sonkei – Respeto • Rentai – Solidaridad • Kenkyo – Humildad • Konki – Paciencia • Chuugi – Lealtad • Taibou – Austeridad • Kansha – Gratitud • Chouwa – Armonía

Y precisamente por sus elevados valores cabe pensar que sean gente seria y demasiado distante, pero en realidad son gente educada, paciente, empática y muy amable, de hecho encanta ayudar a los viajeros y visitantes.

La espiritualidad

La religión ha ejercido desde tiempos inmemoriales una gran influencia sobre la esencia y carácter de la sociedad japonesa. Shintoismo, Budismo Zen y Confucionismo inspiraron las virtudes del Bushido o camino del guerrero: entereza frente a la adversidad, estoicismo y aceptación de la muerte. Respeto por la tierra, que es hogar de los Dioses. Lealtad y ética en las relaciones humanas. De nuevo la ética… Y aunque hoy la religión ya está separada de la política, la espiritualidad sigue muy presente en la vida de los japoneses.

Empezando por el Kanso, el equivalente japonés del Feng shui, que consiste en la armonía del entorno. Y es que hay mucha espiritualidad en sus tradiciones… a través de rituales que parecen aportarles equilibrio y paz mental.

Lo hay en la Ceremonia del té, el Cahnoyu. El ritual de preparar té verde o matcha, con el arte de una geisha y en un entorno tranquilo, está muy influenciada por el budismo zen.

Lo hay al sumergirse en un onsen, los baños de aguas termales volcánicas, que no es una cuestión únicamente relacionada con la higiene, sino un ritual que ayuda a purificar el espíritu tanto como el cuerpo.

En el arte del Ikebana, que significa «flor viva colocada», y es el arte del arreglo floral japonés cuyo origen se remonta a las antiguas ofrendas florales de Japón. No es solo una cuestión decorativa o de elegancia, sus reglas se fijaron como arte ya en el siglo XV, con el fin de expresar respeto y armonía hacia la naturaleza.

Y qué hay más espiritual y zen que la sakura, que da nombre al hecho contemplar los cerezos en flor en primavera, y que viene a definirse como “felicidad”. Pero aunque no sea primavera siempre se puede vivir un momento espiritual en la naturaleza, con el Shinrin Yoku o «baño de bosque», una ritual ancestral que consiste en pasar tiempo en el bosque, y mejora la salud, aporta bienestar y felicidad.

Finalmente está el Kumano Kodo, que viene a ser como el Camino de Santiago a la japonesa, este camino de peregrinaje que durante 1000 años ha sido realizado por todo tipo de personas, desde emperadores y aristócratas jubilados a los más sencillos habitantes de japón. Hoy estos caminos son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO como parte de la propiedad «Sitios sagrados y rutas de peregrinación en la cordillera de Kii».

¿Cómo vivir el lado más espiritual de Japón?

Y porque ya podemos viajar sin ningún tipo de restricción.

Desde el 11 de octubre Japón reabre sus fronteras al turismo sin requisitos, sin cuotas, sin restricciones… para volver a disfrutar, saborear y vivir Japón.

¿Viajamos a Japón?