Eslovenia tiene el 60% de su territorio cubierto de bosques. Los bosques más extensos se encuentran en el Sur de Eslovenia y constituyen un hábitat ideal para numerosas especies de animales, y entre ellos animales salvajes, como el lobo, el lince y el oso pardo.

Rumanía es conocida como una de las reservas de fauna y flora más importantes de Europa, y uno de los pocos lugares donde aún se puede ver nuestra fauna autóctona en libertad.

Con una gran diversidad de parques naturales y áreas protegidas, bosques bien conservados que son hogar de animales como: Osos, lobos, lince, venados, uros, jabalís, gamuza y marmotas…

Noruega es el último refugio para algunas de las especies de fauna más interesantes de Europa.
Alces, renos o águilas de cola blanca durante tus incursiones en la naturaleza, los increíbles lanudos bueyes almizcleros… y mirando al mar ballenas y orcas.

Islandia solo tienen una capa de continua de vegetación del 25% del total de su territorio. En parte por la continua actividad volcánica, por el clima oceánico, los glaciares que cubren un 11% de la superficie de la isla, y también por efecto de la mano humana. La vegetación islandesa ha sufrido un deterioro progresivo desde el siglo IX, con la llegada de los primeros humanos, y los extensos bosques de abedules fueron destruidos para el pastoreo y para construir casas y mantenerlas calientes, lamentablemente hoy solo un 3% de Islandia está cubierto de árboles.
Esto ha influido en la escasez de mamíferos autóctonos, de los que solo queda el zorro ártico, pero tiene una amplia variedad de aves, y fauna marina.