El frío en Islandia no es un impedimento para disfrutar de la naturaleza y darse unos buenos baños al aire libre ya sea en piscinas naturales, o en las aguas termales… El agua geotérmica abunda por todo el país, y ha regalado estas aguas cálidas en el exterior, convirtiendo estos baños en algo casi como una religión para los islandeses. ¿Nos hacemos fieles?
